Hace unas semanas le pedimos a nuestro terapeuta que nos diese su visión acerca de las sesiones que llevamos a cabo desde hace casi 8 años en la hípica de San Jorge. Juan José Romero, nos cuenta lo siguiente :
"Bueno, ante todo decir que mi
formación es la de Psicólogo y Psicopedagogo, es decir, que me he dedicado a
estudiar la discapacidad primero desde el punto de vista de las alteraciones en
la cognición (a grandes rasgos, lo que un sujeto deja de pensar, sentir o hacer
por una alteración en su funcionalidad física y/o psicológica) y por otro lado
(y más recientemente) desde el punto de vista de lo que puede ayudar un caballo
como herramienta de aprendizaje y de motivación (cuánto y cómo).
Así que podríamos decir que hay tantas discapacidades como sujetos que vienen a
las sesiones, porque precisamente el término discapacidad engloba a todo
aquello que no sigue lo que comúnmente se denomina “normalidad”, lo que entra
dentro de la campana de Gauss para determinados comportamientos estándar: por
poner algunos ejemplos, el estadio piagetiano correspondiente a la adquisición
del lenguaje (la edad, para entendernos), la corrección postural (muy
relacionado con el tono muscular), el comportamiento en público o las
actividades de la vida diaria (AVD) relacionadas con conductas autónomas como
cepillarse los dientes, coger los cubiertos, pedir un vaso de agua o atarse los
cordones…
Por eso para cada niño o joven que viene a las sesiones de Hipoterapia, esta
técnica o tecnología tiene una trascendencia diferente en función de factores
tan importantes como la capacidad de equilibrio sobre el caballo (peso y
tamaño) y de comunicación (lenguaje, gestos, rutinas).
Es decir, se hace necesario ajustar
el tipo de caballo, tiempo empleado y número de colaboradores a las necesidades
del sujeto, teniendo en cuenta no sólo el diagnóstico inicial con el que acuden
a las sesiones sino de lo que estimemos que puede ser capaz de llegar a hacer
con una adecuada estimulación. Hay una serie de ejercicios de simetría y de
posición sobre el caballo pero también con el caballo (pie a tierra) que se
pueden regular en intensidad, frecuencia, duración y dificultad. Se suelen
emplear también objetos para la prensión fina o para la adquisición de
vocabulario…
En resumen, para mí la Hipoterapia
es una tecnología emergente que estimula lo que los ingleses denominan
self-awareness y que viene a ser algo así como la auto conciencia. Dependiendo
del tipo de discapacidad habrá que ir “ajustando” la terapia en función de
“hasta dónde se puede llegar”, con objetivos realistas, moderadamente
ambiciosos, sin olvidar el carácter terapéutico y lúdico - muchas veces la
mejor manera de motivar y estimular el aprendizaje -. Para mí la Hipoterapia es
Carlos, Pablo, Nicolás, Javier, Gonzalo, Luis Enrique, Luis Alberto, Miguel
Ángel, Jaime y Paula….."
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