PAULA
- A principios
de febrero. Rebeca.
Viene
con el padre y un hermano menor. Hacemos una prueba en Rebeca. Responde bien a
los ejercicios sobre el caballo aunque muestra problemas en órdenes sencillas
como izquierda derecha y en mantener la mirada.
Problemas referidos por el padre:
Retraso
escolar. Alteraciones en el lenguaje (retrasos en la adquisición de lectura y
escritura, posible alteración en la prosodia). Es diestra.
Atención:
tanto sostenida como dirigida.
Hipotonía
muscular.
Diagnóstico
de síndrome de Asperger “muy descafeinado”, según el padre a partir de lo
indicado por médicos. Parece más bien un problema de retraso madurativo.
Objetivos:
Crear
una rutina con el caballo y el profesor para “romper la timidez” y establecer
las bases para la confianza. Para ello dividiremos la sesión en tres momentos
generales.
Un
primer momento en el que Paula deberá aprender a limpiar a Pío quince o veinte
minutos antes de empezar la monta. En la primera sesión lo hará con el
profesor, que le explicará cómo se hace. En las sucesivas sesiones deberá
hacerlo primero con la ayuda de un monitor o voluntario, luego con la
supervisión de su padre y progresivamente se irá tratando que ella lo haga de
manera autónoma.
El
segundo momento será el de monta. En la media hora haremos trabajo en la pista
(ejercicios de postura, de simetría y asimetría, sobre el cinchuelo, órdenes
sencillas al paso, más adelante al trote si es posible, conceptos de izquierda
y derecha, trabajos a la cuerda) y paseo por los prados.
El
tercer momento será el de llevar a Pío a su caballeriza. Es importante que
aprenda que al pony hay que llevarlo cogido de la cuerda con una mano que guía
y otra mano que lleva el sobrante de la cuerda. Hay que entrar primero en la
caballeriza, girar y situarse de frente a la puerta, quitar el cinchuelo, el
sudadero y la cabezada, acariciarlo y darle las gracias. Este constituirá el
final de todas las sesiones.
- 19-febrero-213.
Pío.
Hoy
le he enseñado a Paula que hay debajo de los cascos de Pío, y también cómo se
limpia al Pony desde adelante hacia atrás, primero con la rasqueta y luego con
el cepillo. También le he enseñado como se cepillan las crines (de arriba hacia
abajo) y la cola (siempre desde un lado, nunca poniéndose detrás). He notado
que tiene dificultades en coger de manera correcta el cepillo, así que le he
propuesto que lo coja con las dos manos. Parece tener dificultades en la
prensión del cepillo y en la fuerza que ha de emplear para cepillar a Pío.
Al
subir a Pío la orden es que pegue lo más que pueda su cuerpo al costado del
pony, con las piernas juntas. Entonces yo le cojo la pierna izquierda por
debajo de la rodilla, doblándosela en un ángulo de aproximadamente cuarenta y
cinco grados y le pido que salte con la pierna derecha. Al mismo tiempo impulso
con mis manos su pierna izquierda doblada hacia arriba, a la altura de la
rodilla. El impulso que da Paula es insuficiente, y la dirección del salto hace
que al subir quede muy por detrás del lugar que ha de ocupar sentada, así que
tiene que recolocarse, moviendo la cadera hacia delante. Esto nos da una prueba
de la falta de tono muscular requerido para dar un buen salto, pero es algo que
practicaremos durante todas las sesiones.
Una vez sentada
correctamente sobre Pío en posición de parada, la primera orden es paso, paso….
Ya. Todas las órdenes se repiten dos veces y ella ha de responder: ya, para que
sepamos que la ha entendido y que está preparada. Yo voy situado un poco por
delante del asiento de Paula, a la altura de las espaldas de Pío, siempre por
el lado interior de la pista y a cada comentario, consigna u orden me giro para
captar su atención, procurando captar la dirección de su mirada, que deberá
situarse hacia delante y por encima de las orejas del Pony. Eso nos asegura una
correcta posición de la cabeza. Además cuento con la ayuda de la voluntaria
Verena, que se sitúa a la altura del cuerpo de Paula por el lado exterior de la
pista.
● Consignas más
frecuentes (refuerzos positivos para auto confianza y mejora del equilibrio):
Encima del Pony tienes que crecer,
estar más alta.
El mundo se ve mejor encima del Pony.
Siente el movimiento del Pony y muévete
con él.
Equilibrio, equilibrio, equilibrio.
● Ejercicios físicos
de simetría y lateralidad:
Sobre
el Pony y al paso.
1º) Estirar los
brazos hacia las orejas de Pío, doblando el cuerpo por la cintura y manteniendo
las piernas rectas hacia el suelo. Paula tiende a trepar por el cuello de Pío,
estirando más su brazo derecho y doblando las piernas hacia atrás.
2º) Tumbarse hacia
atrás, esta vez sin echar las piernas hacia delante.
3º) Coordinar
brazos y piernas para girar pasando la pierna izquierda por encima del cuello
de Pío, situarse de lado, siempre con al menos una mano sobre las asas de
sujeción del cinchuelo, y luego seguir girando hasta colocarse mirando hacia
atrás con las dos manos agarrando las asas que ahora quedan detrás de Paula.
De
brazos y piernas, propios de Paula, al paso.
4º) Soltarse de
las asas y poner los brazos en cruz.
5º) Tocarse
determinadas partes del cuerpo atendiendo a la izquierda y/o derecha (por
ejemplo, tocarse el casco, el hombro del lado contrario, la rodilla del mismo
lado, etc…). Paula responde correctamente a las órdenes si se le dice “del
mismo lado” o “del lado contrario”, pero responde al azar si se le dice
izquierda o derecha.
6º) Poner una mano
delante sobre el cuello del pony y otra sobre el dorso detrás, y luego cambiar.
● Consignas:
cuando ella responde a alguna de mis demandas por azar (izquierda por derecha o
“dejadez” en la postura, por ejemplo), yo la voy a llamar Cecilia, que es un
nombre que no le gusta o que le llama la atención. Y cuando yo me equivoque en
mis apreciaciones me llamaré, o permitiré que me llame Ramón.
Durante
el paseo por los prados: en el prado siete probamos con un ejercicio de
asociación visual entre el color de tres caballos y sus nombres. Teddy es
alazán (marrón claro con crin y cola claras), Pinocho es blanco (tordo) y Alí –
Babá es castaño (marrón oscuro con crin y cola negros). Paula parece tener una
buena memoria visual, y eso contribuye a incrementar su confianza.
Durante
el tercer momento de la sesión ella contribuye llevando a Pío a su caballeriza
pero no entra con él porque está puesto el pienso de media tarde y el Pony tira
con fuerza porque tiene hambre, así que mejor lo hago yo.
- 26-febrero-2013.
Pío.
Hoy
ha limpiado a Pío con la voluntaria Erica mientras yo terminaba de dar clase a
Jaime.
Seguimos
teniendo la misma dificultad en el salto para subir a Pío, aunque Paula se ha
arrimado sola hacia el costado del Pony y ha doblado la rodilla izquierda sin
que yo le haya dicho nada. Hoy contamos con la compañía de dos voluntarios de
la Universidad Francisco de Vitoria: Ignacio y Marta.
Repetimos
los mismos ejercicios que la semana pasada, auque añadimos uno al final
aprovechando que está vuelta sobre el pony, es decir, mirando hacia atrás, y
con la colaboración de Ignacio y Marta. Túmbate, le digo, sobre la grupa, con
la cabeza a un lado (ella elige mirar a la derecha) y deja caer los brazos a
ambos lados de la grupa. Ahora siente el movimiento al paso de Pío… Sin
dormirte ¿eh?
Para
“corregir” los problemas de respuestas por azar entre izquierda y derecha,
recurrimos a un “truco”, dado que parece tener una excelente memoria visual. A
“la mano derecha la llamamos mano 1”, y a “la mano izquierda la llamamos mano
2”. Primero sólo insisto en mano uno y mano dos, repitiendo varias veces mano
uno y mano dos para diferentes ejercicios de brazos y piernas explicados en la
sesión anterior. Al principio se equivoca alguna vez, pero el índice de
aciertos ha mejorado mucho. Solamente he tenido que emplear el nombre de
Cecilia tres veces, y “me he equivocado
a posta” una vez para que ella preste más atención al tener que llamarme Ramón.
Luego
asociamos uno a derecha y dos a izquierda.
Éxito…
Ha
llegado el momento, le explico a Paula, de que me separe un poco más del Pony,
siempre sin soltar la cuerda. Los voluntarios se han sentado en la valla del
picadero cubierto y yo dejo un poco de cuerda para que Pío comience un círculo
de unos cinco metros de radio al paso. Las consignas que empleo son las mismas
que para generar autoconfianza y mejorar el equilibrio en la postura:
Encima de Pío tienes que crecer, estar
más alta.
El mundo se ve mejor encima del Pony.
Siente el movimiento de Pío y muévete
con él.
Equilibrio, equilibrio, equilibrio.
Una
vez corregidos algunos aspectos posturales referidos sobre todo a la relajación
de la espalda (adelanto de hombros y consiguiente “chepa”) pregunto a Paula si
le parece bien que empecemos a trotar, y ella se ve con confianza como para
decirme que si. Entonces damos unos trancos al trote y ella conserva muy bien
el equilibrio. Repetimos varias veces y aunque no emite ningún comentario
espontáneo sonríe constantemente. ¿Te ha gustado? - Si -, responde. Para
estimular su lenguaje espontáneo le digo que cada vez que finalicemos el trote
con Pío le vamos a dar las gracias y lo vamos a abrazar para sentir si está más
caliente o frío…. - Más caliente -, responde.
Paula
recuerda sin ningún problema los nombres de los caballos del prado siete una
semana después, pero no lo hace a partir de los colores, sino porque
simplemente recuerda los nombres. En realidad, parece no saber a qué caballo de
los tres corresponde su nombre, o no los mira directamente. Es importante que
adquiera la asociación color – nombre (contextualización).
Para
terminar Paula lleva a Pío cogido de la cuerda hacia la caballeriza.
Al
final de la sesión hablamos con el padre, ponderando los éxitos de Paula y
explicando la técnica de “1 – derecha, 2 – izquierda”, que el padre se
compromete a trabajar durante la semana (extrapolándolo a otras situaciones de
la vida diaria). Y, sobre todo, le hablamos del nuevo paso hacia delante que
hemos dado, porque es la primera vez que Paula ha trotado en su vida.
- 5-Marzo-2013. Pío.
Hoy
Paula ha llegado acompañada por más gente de lo habitual. Creo que a su madre,
padre y hermano los acompaña su abuela. Todos ellos se mantienen a una prudente
distancia de los quehaceres de Paula. Comienza pues a limpiar a Pío acompañado
de la voluntaria Erica y para ello le quitan el cinchuelo y el sudadero. La
operación dura unos quince minutos.
Vamos
a subir a Paula utilizando una escalera de dos peldaños, un podium, siguiendo el
mismo procedimiento que desde el suelo, es decir, pidiéndole que doble la
rodilla izquierda hacia atrás y se impulse con la pierna derecha. Deberá lograr
tumbarse transversalmente sobre Pío para después recolocarse pasando la pierna
derecha sobre su dorso… La operación sale de modo aceptable, y nos da pie para
un nuevo ejercicio que practicaremos tres veces durante la sesión: el cow-boy
muerto.
El
cow-boy muerto consiste en cambiar la posición de asiento sobre el caballo de
tal manera que pasando la pierna derecha sobre el dorso de Pío ha de lograr
quedarse colgada lateralmente sobre el pony, esto es, la cabeza y los brazos
estirados por un flanco y las dos piernas juntas por el otro. El estómago
permanece sobre el dorso. Después Paula tiene que recolocarse “trepando” por Pío
hasta volver a quedar sentada.
Hemos tenido que
ayudarla tanto Verena (por el lado de la cabeza y las manos, esto es, por la
derecha) como yo (por el lado de las piernas juntas, la izquierda), pero
también hemos logrado incrementar la confianza de Paula sobre Pío, pues ahora
es capaz de moverse sobre el caballo de otro modo, es decir, hemos ampliado el
repertorio de ejercicios.
Es
importante mantener el contacto visual, así que para captar su atención hacemos
los ejercicios de simetría izquierda - derecha, derecha - izquierda
secuencialmente, cada vez más rápido, reforzando con halagos cada ejecución y
sobre todo cada contacto visual, que rara vez se produce de modo espontáneo,
sino que aún necesita ser inducido con órdenes sencillas e intercaladas en los
ejercicios: por ejemplo: mano 1 (derecha) a tocar el casco…. Muy bien, Paula,
esa es la…. Derecha; a ver, mírame, yo me pongo delante de Pío, lo voy a hacer
a la vez que tu….
Nótese que. al
ponerme delante del pony mirando a Paula de frente, cuando hago los mismos
ejercicios que Paula estos son en espejo, es decir, mi mano derecha está en el
lado contrario del lado derecho de Paula. Por eso de vez en cuando yo también
me doy la vuelta…
También
es importante destacar que aunque la tasa de errores de respuestas por azar
entre derecha e izquierda “con el truco 1 (derecha) y 2 (izquierda)” ha
disminuido considerablemente con respecto al primer día, sigue cometiendo
errores sobre todo cuando no mantiene la mirada o parece no sentirse segura (en
vez de pensar prefiere la respuesta al azar). Pero vamos mejorando porque
parece automatizar poco a poco la tarea.
Hemos
incrementado el tiempo de trote a la cuerda de un minuto (medio a cada mano o
dirección) a tres (en seis intervalos de aproximadamente medio minuto cada uno
para evitar problemas de desequilibrio). A ella parece gustarle mucho y no
pierde el equilibrio en ningún momento. Cada vez que nos ponemos al paso Paula
debe agradecer al pony que se porte tan bien y darle un abrazo. Como sigue sin
mostrar lenguaje espontáneo le “forzamos” a que repita consignas positivas
como…. ¡Qué bien lo haces, Pío!
Paula descubre que
puede rodearle completamente con los dos brazos.
Adjuntamos
las primeras fotografías que hacemos a Paula sobre Pío durante el paseo
alrededor de los prados.
Vamos
al paso. Ni Verena ni Paula saben aún que llevo una cámara de fotos. Me sitúo
al lado un poco por detrás de las espaldas del pony. La postura de Paula retrasa
su centro de gravedad, “echada sobre el pony”, y con la cabeza inclinada hacia
delante. Las piernas están relajadas.
Foto 2. Inicio de las correcciones. Orientación de la cabeza. |
No
llega a mirarme, pero se observa un movimiento de orientación hacia mi: está
escuchando lo que le digo acerca de su postura.
Foto 3. Postura corregida. |
En
posición de parada termina de corregir su postura. La espalda está recta.
Foto 4. La cabeza erguida. |
Aún
sin mirar directamente, pero con la cabeza orientada hacia mi, que sigo con las
correcciones.
Sigue
sin establecer la asociación colores
nombres de caballos (blanco - Pinocho, marrón clarito-Teddy, castaño
oscuro - Alí Babá). Se acuerda de los nombres sin más, esto es, sin mirar a los
caballos. Así que le hago repetirlos señalando cada vez a cada caballo y
repitiendo sus colores.
12-Marzo-2013. Pío.
Comienza
la sesión con el cepillado a Pío, asistida por Erica. La operación dura
aproximadamente quince minutos.
Cuando llego para
empezar la sesión a caballo Paula está paseando a Pío acompañada por Carla, la
hija de Erica.
Ponemos
el podium y Paula se sube de modo aceptable, aunque el impulso que se da con su
pierna derecha sigue siendo insuficiente, y queda sentada muy por detrás del
cinchuelo. Pero esto mismo sirve para que tenga que hacer el esfuerzo de
recolocación sobre Pío moviendo la pelvis hacia delante.
Lo
primero que hacemos es iniciar el paseo por los prados. Verena guía a Pío,
Ignacio va caminado al lado derecho de Paula y yo me sitúo en el lado
izquierdo. En los prados esta vez le obligo a que mire los caballos (y sus
colores), que debería asociar a sus nombres. Paula solo acierta Pinocho
(blanco) y falla en Teddy y en Alí babá…. Está más preocupada por recordar los
nombres que por relacionarlos con los animales. Así que le llamo dos veces
Cecilia y una Paula; además, yo me equivoco una vez para que Ignacio y Verena
me llamen Ramón.
Necesita
confianza, así que alabamos cada emisión, cada nombre que pronuncia, cada
respuesta que da. Verena, Ignacio y yo provocamos conversaciones que la
involucren, en concreto las que hacen referencia a lo que ha hecho el fin de semana
(solo recuerda que han venido a comer el domingo a casa su tío y la novia de
este, nada del sábado, y que ha visto la tele), y lo que está dando en el
colegio (muchas cosas, en matemáticas sumas, restas con llevadas y en lengua no
se acuerda, bueno, que va por el tema diez).
En
cuanto a los ejercicios en la pista, hacemos los indicados en sesiones
anteriores (de simetría y asimetría con brazos y piernas, sobre el pony),
incrementando a cuatro las abdominales sobre el caballo, y en seis los minutos
de trote a la cuerda, tres minutos a cada mano. La posición de Paula es buena,
bastante simétrica y relajada, aunque la espalda no está completamente recta, “parece
buscar el respaldo de una silla”. La corrección más frecuente es: espalda
recta, hombros hacia atrás y cabeza levantada….
Encima de Pío tienes que crecer, estar
más alta.
El mundo se ve mejor encima del Pony.
Siente el movimiento de Pío y muévete
con él.
Equilibrio, equilibrio, equilibrio.
Se
nota positivamente la mejora en la noción de izquierda y derecha que ha
trabajado también en casa, no cometiendo ningún error en los ejercicios sobre
el pony tanto en piernas como en manos. Como anécdota divertida contar que al
corregir a Paula diciéndole “derecha” en relación a su postura, Paula levantó
automáticamente la mano derecha.
Al
final de la sesión Paula lleva a Pío hasta la puerta de la caballeriza. Con la
mano derecha guía al pony y con la izquierda lleva el sobrante de la cuerda
larga enrollada en varios círculos. Le quitamos la cabezada y el cinchuelo y lo
dejamos comiendo el pienso de la tarde.
19-Marzo-2013. Pío.
Comienza
la sesión con el cepillado a Pío, asistida por Verena. La operación dura
aproximadamente quince minutos.
Observamos
que Paula sube mejor desde el podio verde de dos escalones.
Durante
el paseo por los prados recuerda los nombres de los caballos de las semanas
anteriores (Teddy, Pinocho, Scooby), pero sigue sin asociarlos a un color
determinado. Ni siquiera los mira.
Ejercicios
sobre el caballo:
-
Seis abdominales (tumbarse hacia atrás sobre la grupa de Pío y levantarse).
Ejercicios con el caballo:
- Seis minutos de trote en círculos de
ocho metros de diámetro a ambas manos.
- Galope a mano izquierda. Buen
equilibrio, sigue el movimiento del galope corto de Pío
- Galope a mano derecha. Se cae hacia
fuera, despacio, va perdiendo el equilibrio poco a poco. El Pony se detiene al
notar el desequilibrio de Paula. Vuelve a subirse. Es la primera vez que Paula
galopa. Está contenta aunque dice que de dar tantas vueltas está mareada.
- Lleva a Pío del ramal pie a tierra.
Se observa una aparente dificultad para caminar con el Pony en línea recta. Al
principio, disincronía entre ambos: cuando Pío trota, Paula no corre, y cuando Paula
corre, Pío no trota. Pero estas dificultades se solventan pocos minutos
después. Es el primer día del trabajo pie a tierra.